2. Hidrata tu piel
Este es uno de los motivos para que el maquillaje se asiente en nuestra piel de la mejor manera. Es simple, si tu piel no está bien hidrata al aplicar la base, no tendrá un acabado impecable. Podrían notarse zonas resecas y a empezar a levantarse el producto. Por eso, elige una crema para tu tipo de cutis (normal, mixto o seco) y aplica una pequeña cantidad en todo el rostro. Deja que se absorba por unos minutos y luego continua con tu rutina habitual.