Puerta cerrada, seguro puesto y listo; lo extraordinario está por empezar.
Tu rutina de belleza debe ser algo más que solo limpiar, exfoliar e hidratar la piel de tu rostro. Pasa por crear el ambiente ideal para que la experiencia sea completa e invada todos tus sentidos. Un espacio, sea cual sea, para conectar contigo misma. Donde tú y tu piel sean una y potencien su bienestar.
Tu música favorita, luz tenue, velas, un olor agradable y un poco de meditación son la ecuación perfecta para esa rutina extraordinaria, que tú y tu piel se merecen.
Pon tu lista de canciones favoritas o busca el playlist que L’Bel ha pensado especialmente para ti. Pon la luz en la intensidad que prefieras y déjate llevar. Unas velas con olor o un poco de incienso pueden ayudar a que la relajación sea mayor. Empieza con un baño caliente. Es el lugar ideal para desprenderte del estrés del día y centrarte. Puedes llenar un panti con avena, hacerle un nudo y ponerla en el agua de la tina. Es perfecta para suavizar la piel de tu cuerpo.
No existe una sola técnica de relajación o meditación. Puedes probar la que prefieras y funcione para ti, toda son beneficiosas para que tu piel se despeje.
Una vez fuera del agua, aplica tu tratamiento facial nocturno favorito. No olvides masajear cada zona de tu rostro para potenciar la acción del tratamiento. Además, pueden ayudar a relajar los músculos de la cara, mejorar la circulación de la zona y reducir las arrugas. Al tonificar y aliviar la tensión de los músculos del rostro presenta un aspecto rejuvenecido y fresco.
Respira. Estás lista. Ahora quita ese pestillo y sal a un nuevo mundo para ti y tu piel.