Aunque muchas veces hayamos oído la palabra colágeno, no necesariamente siempre estamos seguros de saber qué significa. Hoy, la Dra. Lorena Prada, dermatóloga L’Bel, nos explica de manera sencilla todo lo que necesitas saber sobre esta proteína, que es la mejor aliada para la belleza de tu piel.
El colágeno es una proteína, de hecho, es la más abundante del cuerpo humano, y representa el 25% de la proteína corporal total y aproximadamente el 70% de la composición de la piel. Existen diferentes tipos de colágeno, cada uno con diferentes funciones. Dentro de estos los más conocidos son tres. El tipo I comprende el 90% de la piel, cabello, uñas, órganos, huesos y ligamentos. Y es el más conocido y estudiado en los tratamientos antienvejecimiento. El tipo II conforma los cartílagos y el humor vítreo dentro del ojo. Y el tipo III lo encontramos en los vasos sanguíneos, tendones, pulmones, entre otros.
Así como en otros órganos, el colágeno en la piel se encarga de darle la estructura, la firmeza y la resistencia, pero las funciones van mucho más allá. El colágeno interactúa con otras proteínas de la piel, como la elastina, para darle la elasticidad y flexibilidad, y estimular procesos reparativos y de renovación celular. También actúa en conjunto con el ácido hialurónico para mantener la hidratación de la piel.
El colágeno es una proteína que producimos de manera natural y que para sus diferentes funciones pasa por procesos moleculares complejos. Por ello, únicamente el colágeno que producimos naturalmente es capaz de ejercer todas sus funciones. Sin embargo, aunque el colágeno externo es biológicamente inactivo, tiene la capacidad de estimular la producción natural de colágeno y otras proteínas de la piel. El paso de los años, la exposición solar y las dietas ricas en azúcares hacen que vayamos perdiendo colágeno, así como la capacidad de producirlo.
El colágeno se encuentra de forma natural prácticamente en todos los órganos y tejidos del cuerpo, desde el hueso y las articulaciones, hasta la piel.
La pérdida de colágeno se ve en la piel con flacidez, arrugas dinámicas (líneas de expresión) y estáticas. En casos extremos, ocurren cambios de textura llegando a un aspecto similar a un empedrado. En zonas muy expuestas al sol se pueden presentar espinillas por pérdida del soporte en los folículos.
La pérdida del colágeno se hace más marcada después de los 40 años, por lo que es una edad recomendable para empezar a usar tratamientos con colágeno que estimulen la renovación natural del mismo. Pero nunca está de más empezar a cuidar y proteger tu piel desde una edad más temprana hidratándola y protegiéndola del sol y los factores externos como la contaminación.
Bio Resist contiene una proteína natural que funciona enviando una señal a las células cutáneas para estimular la regeneración de tejidos y la producción de colágeno.