Un rostro terso, suave y tonificado es lo que todas buscamos, una piel llena de luminosidad, firmeza y libre de cualquier arruga o línea de expresión. Por muchos años, este objetivo parecía imposible de conseguir. Sin embargo, con el paso de los años, la innovación en productos cosméticos han ayudado a que sin necesidad de recurrir al bisturí, obtengamos el cutis soñado. Es cierto que el envejecimiento es inevitable y que en él influyen diversos factores tanto internos como externos que pueden adelantar o controlar este proceso. Una alimentación balanceada que incluya muchas frutas y verduras, hidratación diaria de mínimo 2 litros de agua y un cuidado preventivo de la piel como una buena rutina de limpieza por las mañanas y las noches son algunas de las acciones que podemos realizar para conseguir los mejores resultados.