La piel del contorno de ojos tiene una piel muy fina, de hecho es mucho más fina que el resto del rostro. No contiene suficientes glándulas sebáceas y sudoríparas y su microcirculación sanguínea funciona de manera más lenta, lo que se traduce en que el drenaje de la zona sea insuficiente. Por ello puede producirse inflamación y evidenciar lo signos de la edad más rápido que otras zonas del rostro.